verdades y mentiras...

No puedo evitarlo, tengo que entrar al trapo con ciertos temas, jajaja.

La verdad puede ser tan relativa, que la gente sólo puede apreciarla en cuanto a la información general, y si le gusta lo que oye, pero en cuanto algo no es agradable de escuchar, o simplemente no apetece escucharlo ya la verdad no es algo tan bonito.

A mí nunca me ha gustado que me mientan, aunque sea para no hacerme daño. Prefiero sufrir una verdad dolorosa, que tener que cargar con meses de mentiras y encima luego darme cuenta de mi estupidez al no saber vislumbrar una mentira.

Sé que la mayoría de las veces se miente para no hacer daño a la gente, no para buscar el mal ajeno, y para evitar situaciones incomodas pero en ocasiones es mejor una verdad incomoda a tiempo que mil mentiras piadosas que pueden llevar al traste una situación determinada.

Todos hemos mentido, está claro, y supongo que lo que más influye a la hora de contar una verdad o una mentira es la relación y confianza con la persona con la que tenemos que hablar. Pero bueno, no negaré que hay ciertas mentiras necesarias para el bienestar general, o simplemente para quitarte problemas de encima, pero lo importante es saber jugar con esas mentirijillas para que no le salpique la mierda a nadie...vamos digo yo.