Siempre en los momentos de apogeo llega algo que te desbarajuste todo.
En los días que desde que te levantas las cosas van como la seda y todo sigue esa línea todo está predestinado para que pase algo que lo mande a tomar por culo. Que haga que todas las ilusiones y las alegrías del día no solo se esfumen, si no que se entierren mucho más profundo y cueste el doble volver a hacerlas aflorar.
Consiguen meterte miedo en el cuerpo a realizar las cosas que ya tienes en la mano. Te hacen plantearte absolutamente todo lo que haces y has hecho hasta ahora y dan ganas de hacer una única cosa...acabar con todo.
Destrozar todo lo que conoces y todo lo que tienes. No dejarlo atrás, destruirlo. Acabar con ello para que nunca más vuelva.
Es una mierda no querer la vida que tienes...
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