Se dice que los ojos son el espejo del alma, y que en una mirada puedes encontrar los secretos más profundos de una persona...
Pero a veces no es fácil conseguir lo que quieres de una mirada. A veces te diluyes en la sonrisa ajena y pierdes tu objetivo.
En ocasiones las ganas de ver algo específico te ciega, y puedes confundirlo con otras cosas, o incluso estando presente eso que se busca las ganas de hallarlo te bloquea completamente... y lo pierdes de vista.
Y es que hay miradas que te hechizan sin más. Que se enredan en la tuya y no la dejan escapar, que dudas si apartar la vista para que no pueda leerte como un libro abierto, o si quedarte allí dónde nada puede hacerte daño.
Hay miradas que ojalá no hubieras cruzado, por que aún te tienen esclavizado...
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